Posted by : Kevin
9 feb 2012
¿Dónde estabas cuando el deporte acogió la mala nueva? Tenga cuidado, no la antigua mala nueva -- depende de la generación a la que pertenezcas, eso podría significar los Indios de la película Major League en la década de 1980, o pueden ser los Atléticos de Kansas City. Esos equipos estaban tan desventurados y sin esperanzas que se convirtieron en leyenda por eso.
No, ¿qué pensaste sobre el estado del juego de hace una década, cuando por primera y única vez llegamos a ver a cuatro equipos diferentes perder 100 juegos en una misma temporada? En el 2002, Cerveceros, Tigres, Devil Rays y Reales lograron esta dudosa hazaña.
¿Qué pensarías si eso se repitiera otra vez -- digamos, si sucede otra vez en el 2012?
Puede parecer sorprendente hablar de esto ahora, porque el balance competitivo en el béisbol va muy bien. Para tomar prestado del inmortal Chico Escuela, últimamente, el béisbol ha sido muy, muy bueno para nosotros -- en todo caso, para la mayoría de nosotros. Regresemos al 2001, cuando los Diamondbacks derrotaron a los Yankees y pusieron fin a la última dinastía del deporte, y descubrirá que 25 de los 30 equipos del béisbol han llegado desde entonces a la postemporada en los últimos 11 años. Nueve equipos diferentes han ganado la Serie Mundial. Desde el punto de vista del balance competitivo, parece difícil hacerlo mejor que eso.
Y al comienzo de esta nueva era que expandió el conocido y gastado mensaje de Bud Selig sobre la esperanza de los equipos y los aficionados, también tienes ese cuarteto de clubes con 100 derrotas. También tienes los 119 fracasos de los Tigres en el 2003, el peor equipo de la era moderna desde los Mets en 1962. También tienes a los Diamondbacks del 2004 y sus 111 derrotas, la peor marca en la historia de la Liga Nacional en la era del juego divisional.
¿PERDEDORES DE 100 JUEGOS?
Dan Szymborski de ESPN Insider estudia las probabilidades de los equipos con mayor oportunidad de perder 100 juegos en 2012.
Equipo | Probabilidad |
---|---|
Astros | 53% |
Orioles | 25% |
Marineros | 24% |
Atléticos | 20% |
Mets | 20% |
Reales | 14% |
Mellizos | 12% |
Padres | 10% |
Piratas | 10% |
Si se prefiere la tabla generada por Dan Szymborski de ESPN Insider, después de simular la temporada del 2012 en repetidas ocasiones para poner a prueba la posibilidad del resultado, puedes notar que hay cinco equipos con una de cinco posibilidades, o peor, para sufrir 100 derrotas en la temporada. ¿Cómo podría pasar eso en la era del equilibrio competitivo?
Sabemos que los Mets tuvieron que reducir su nómina por una cantidad récord, y sabemos por qué: Los Wilpon se pellizcan por unos centavos. Como David Schoenfield señaló el jueves, ¿qué clase de esperanza pueden tener los aficionados de los Orioles sobre su tripulación actual, cuando en realidad no cuentan con el talento para correr con los perros alfa?
En el caso de estos dos equipos, vale la pena recordar que los Orioles y los Mets están ambos aislados dentro de dos divisiones súper competitivas en el este. Sin embargo, con la iniciativa de agregar un quinto equipo adicional a la postemporada de cada liga, terminar tercero en cada división no parece de repente una meta imposible para los Nacionales, los Marlins o los Azulejos.
Los Atléticos y los Marineros tienen un problema similar. Mientras los Angelinos y los Vigilantes se embarcan en un duelo de varios años impulsado por su poder estelar y muchos gastos en su carrera por reclamar para sí mismos el título de la División del Oeste de la Liga Nacional, el desequilibrio en el programa de juegos significa que los escuadrones menos afortunados de Seattle y Oakland tienen que esperar a jugar casi la cuarta parte de su programa -- 38 de 162 juegos -- contra los rivales más poderosos de la división en la actualidad. De hecho, de cara a ese tipo de competencia, al parecer el liderazgo de los Atléticos ha renunciado a toda ambición a corto plazo mientras esperan para ver cómo funciona la última oferta de mudarse a San José.
En el fondo del barril, los Astros de Houston podrían ser capaces de mirar adelante hacia los beneficios de un cambio de régimen en su oficina principal. Lo mismo sucede con los Cachorros, y la presencia de Theo Epstein en la villa de Wrigley, y con Jeff Luhnow en Houston, el antiguo ejecutivo de los Cardenales, pero ambas franquicias están empantanadas en una reconstrucción a largo plazo. Más importante aún, ellos anuncian el hecho en público, y es esa misma desesperanza la que sugiere cuánto han cambiado las cosas durante la última década.
Esta aparente falta de esperanza inmediata de muchos equipos parece extraña, porque ¿quiénes están dirigiendo estas organizaciones? Jack Zduriencik vino a Seattle proveniente de la organización de los Cerveceros, con una trayectoria excepcional en el desarrollo de jugadores. Sandy Alderson, de los Mets, fue el arquitecto de la mini dinastía de los Atléticos a finales de la década de 1980. Dan Duquette, de los Orioles, fue en un momento uno de los mejores ejecutivos del juego por su trabajo en Montreal y más tarde en Boston. Luhnow viene a Boston altamente recomendado y reconocido por generar expectativas a largo plazo. Y mientras la oportunidad de los Cachorros de perder 100 partidos en el 2012 es sólo de un cinco por ciento, el sombrío futuro del equipo a corto plazo no ha disminuido el entusiasmo en Chicago por el presidente del nuevo equipo de los Cachorros, el famoso Epstein de los Medias Rojas.
Lo que nos lleva de regreso a Oakland. Billy Beane completa este conjunto de peces gordos de las franquicias, quienes podrían ser los vendedores perfectos para la inmediata falta de fe y esperanza de sus equipos. Los Atléticos canjearon a Gio González, Trevor Cahill yAndrew Bailey, ninguno de los cuales estaban a punto de marchar como agentes libres, sólo para recortar la nómina hasta el hueso y abdicar de cualquier intención de correr por ahora con los perros alfa de la división.
Eso es interesante porque en estos días ya estamos bien alejados dentro del mundo post "Moneyball". Es posible que haya oído que la película aspira a ganar un par de premios Oscar, y ciertamente puede marcar la ocasión si obtiene el DVD, el libro o una camiseta. Espere el tiempo suficiente y podría incluso obtener el héroe de la acción -- un muñeco deScott Hatteberg para conmemorar "la racha" está previsto para darse a conocer el 18 de agosto. Pero ya pasaron diez años, y estas son las hazañas más relevantes que "Moneyball" puede reclamar.
De toda la publicidad acerca de la "nueva" mentalidad que nos ha dado el "Moneyball", si hay una frase que he tenido que escuchar hasta la saciedad entre los astutos del béisbol, dentro o fuera del juego, podría bien ser "la ineficiencia del mercado". Ya sea que la ineficiencia del mercado ha sido de OBP, de defensa o de los analistas del rendimiento o de abridores adecuados de quinto turno o de lanzadores de escuela secundaria en el sorteo, espere el tiempo suficiente y puede apostar a que habrá alguna una nueva dinámica en la cual una fracción de las victorias se pueda ganar en el lado barato de la liga de la estufa caliente. Aquellos que reúnan esas ganancias de seguro van a cosechar las alabanzas.
Diez años atrás era claro pensar así, sobre todo cuando la variedad en la mentalidad de la gestión debe haber sido más amplia. Pero tal vez en el juego de hoy no tenemos esa variedad que dio lugar a esas ineficiencias del mercado -- en su lugar, tienes una generación de gerentes generales a la caza de ineficiencias del mercado que trata de estirar sus dólares hasta donde puedan llegar, y muy conscientes de lo que todo el mundo hace.
Frente a ese tipo de competencia, es comprensible que sea más difícil cambiar por completo la suerte de una franquicia, no importa cuán inteligente sea Billy Beane, o Jeff Luhnow. Incluso los gerentes generales más inteligentes tienen que abrocharse el cinturón para una reconstrucción a largo plazo, y eso significa la aceptación de parches tan ásperos como podrían representar 100 derrotas en la temporada. Y quizás ese es el cambio de paradigma que "Moneyball" anunció una década atrás: Que incluso los gerentes generales más inteligentes tienen que montar un equipo y tocar fondo mientras se reconstruye -- y ser capaces de empaquetar ese mensaje para los aficionados a la espera de ver el progreso. Mientras tanto, el mensaje no es "esperar hasta el próximo año", sino "confía en mí, yo tengo una trayectoria".
Si vemos que todos o algunos entre los Astros y los Atléticos, los Marineros y los Mets, o los Orioles, pierden 100 juegos en la temporada 2012, eso quizás no signifique una ruptura en el equilibrio competitivo del juego. En su lugar, podría reflejar las penalidades para reconstruir un equipo en un presente súper competitivo, sobre todo porque el número de equipos con posibilidades de postemporada aumenta. Si optas por no estar en una de las carreras de la temporada, tu equipo corre el riesgo de ser atropellado.
Fuente: Christina Kahrl / ESPN.com