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Las metas de los venezolanos en 2012 (VIII)
El nuevo manager de los Marlins arribará a 1.300 juegos y 700 victorias
esta temporada, escalando posiciones en el libro de records
Oswaldo Guillén no llega a Miami con la obligación
de derrotar un fantasma. No hay maldiciones que aten a los Marlins a un destino
perdedor ni han pasado décadas desde la última corona del equipo, como ocurría
con los Medias Blancas cuando el mirandino se convirtió en el primer manager
venezolano en las mayores.
Los peces le ofrecen la oportunidad de un inicio fresco al estratega. Y llega a un equipo donde sí tendrá el respaldo del gerente general, aunque esté por verse cómo le irá con Jeffrey Loria, el polémico propietario de la divisa.
Joe Girardi, que dirigió a los acuáticos en 2006 y ganó el premio al Manager del Año, puede dar fe del carácter de Loria, que le despidió pocas semanas después de anunciarse el galardón.
A favor del propietario de los Marlins, hay que decir que Girardi, en realidad, tuvo una campaña mediocre en aquel laureado 2006. Ganó sólo 78 encuentros, seis bajo .500, y cerró en el cuarto lugar de su división.
Guillén tiene la vara más alta. Sólo en tres de sus ocho campeonatos ha terminado con récord negativo y apenas en una oportunidad cerró con seis juegos o más por debajo de .500, como Girardi a su paso por el sur de Florida.
El nativo de Guarenas ha ido consolidándose entre los timoneles más prolíficos de la gran carpa. Le falta camino para meterse entre los mejores de la historia, pero va al paso.
Guillén necesita 28 victorias para llegar a 700 en su carrera, una cifra que únicamente han alcanzado 83 técnicos.
No es cualquier cantidad. De acuerdo con los archivos de Baseball Reference, 672 personas han dirigido en las mayores. Connie Mack lo hizo durante 53 campeonatos —porque además era el dueño de los Atléticos— y sumó 3.731 triunfos, el tope inalcanzable. Otros 13, incluyendo a Vernon Benson, que aquí condujo al Lara, tuvieron las riendas de alguna novena por un partido.
Guillén, que necesita dirigir cinco duelos más para llegar a 1.300, ya es uno de los 100 mandamases con más choques en su historial. Ocupa el puesto 97.
Mejor todavía, y esto habla de su éxito, está en el peldaño 87 entre los más ganadores. Su porcentaje de ganados y perdidos es de .524, lo que le pone en la casilla 79. Y acumula 61 juegos sobre .500, lo que le ubica en el septuagésimo lugar en la historia.
Guillén ha ido labrando su figuración en el libro de records. Fue el primer manager latinoamericano en ganar la Serie Mundial y el primero en dirigir en un Juego de Estrellas. Llevó a los Medias Blancas a lograr su única corona desde 1917.
Sólo Felipe Alou le aventaja entre los nacidos más abajo del río Grande. El dominicano condujo a los Expos y los Gigantes durante 14 años, con 2.055 partidos y 1.033 ganados. La brecha se va cerrando.
El ex campocorto dejó su impronta con los patiblancos. Sólo Jimmy Dykes y el inmortal Al López estuvieron al frente de Chicago en más ocasiones y lograron más lauros que él.
Ahora, sin la presión de trabajar en un equipo que se enfrenta a su pasado y sin tener que llevarle la contraria a su gerente general, Guillén empezará de nuevo en una franquicia tan fresca, que con lograr marca de 81-81 se convertiría en el séptimo estratega con más victorias para los Marlins, desplazando, por cierto, nada menos que a Girardi.
Los peces le ofrecen la oportunidad de un inicio fresco al estratega. Y llega a un equipo donde sí tendrá el respaldo del gerente general, aunque esté por verse cómo le irá con Jeffrey Loria, el polémico propietario de la divisa.
Joe Girardi, que dirigió a los acuáticos en 2006 y ganó el premio al Manager del Año, puede dar fe del carácter de Loria, que le despidió pocas semanas después de anunciarse el galardón.
A favor del propietario de los Marlins, hay que decir que Girardi, en realidad, tuvo una campaña mediocre en aquel laureado 2006. Ganó sólo 78 encuentros, seis bajo .500, y cerró en el cuarto lugar de su división.
Guillén tiene la vara más alta. Sólo en tres de sus ocho campeonatos ha terminado con récord negativo y apenas en una oportunidad cerró con seis juegos o más por debajo de .500, como Girardi a su paso por el sur de Florida.
El nativo de Guarenas ha ido consolidándose entre los timoneles más prolíficos de la gran carpa. Le falta camino para meterse entre los mejores de la historia, pero va al paso.
Guillén necesita 28 victorias para llegar a 700 en su carrera, una cifra que únicamente han alcanzado 83 técnicos.
No es cualquier cantidad. De acuerdo con los archivos de Baseball Reference, 672 personas han dirigido en las mayores. Connie Mack lo hizo durante 53 campeonatos —porque además era el dueño de los Atléticos— y sumó 3.731 triunfos, el tope inalcanzable. Otros 13, incluyendo a Vernon Benson, que aquí condujo al Lara, tuvieron las riendas de alguna novena por un partido.
Guillén, que necesita dirigir cinco duelos más para llegar a 1.300, ya es uno de los 100 mandamases con más choques en su historial. Ocupa el puesto 97.
Mejor todavía, y esto habla de su éxito, está en el peldaño 87 entre los más ganadores. Su porcentaje de ganados y perdidos es de .524, lo que le pone en la casilla 79. Y acumula 61 juegos sobre .500, lo que le ubica en el septuagésimo lugar en la historia.
Guillén ha ido labrando su figuración en el libro de records. Fue el primer manager latinoamericano en ganar la Serie Mundial y el primero en dirigir en un Juego de Estrellas. Llevó a los Medias Blancas a lograr su única corona desde 1917.
Sólo Felipe Alou le aventaja entre los nacidos más abajo del río Grande. El dominicano condujo a los Expos y los Gigantes durante 14 años, con 2.055 partidos y 1.033 ganados. La brecha se va cerrando.
El ex campocorto dejó su impronta con los patiblancos. Sólo Jimmy Dykes y el inmortal Al López estuvieron al frente de Chicago en más ocasiones y lograron más lauros que él.
Ahora, sin la presión de trabajar en un equipo que se enfrenta a su pasado y sin tener que llevarle la contraria a su gerente general, Guillén empezará de nuevo en una franquicia tan fresca, que con lograr marca de 81-81 se convertiría en el séptimo estratega con más victorias para los Marlins, desplazando, por cierto, nada menos que a Girardi.
El dato
Los Medias Blancas no habían ganado una corona en 87 años, cuando
Oswaldo Guillén llegó a Chicago en 2004. Los Marlins tienen dos cetros en sus
19 campeonatos y vencieron por última vez en 2003, con Guillén como uno de sus
coaches
De retos y
transiciones
El mayor reto de Oswaldo Guillén
en 2012 será lograr que Hanley Ramírez acepte su transición del campocorto a la
tercera base.
El segundo mayor reto del estratega será lograr, además, que el dominicano juegue con intensidad todos los días, pues en el pasado ya tuvo problemas con sus pilotos Fredi González y Edwin Rodríguez al no dar muestras de jugar al ciento por ciento de sus capacidades.
Los Marlins vienen de poner récord negativo en 2011. Cuentan con un claro cuarto bate, Mike Stanton, y dos sluggers en ascenso: Gaby Sánchez y Logan Morrison.
Ramírez, José Reyes y Emilio Bonifacio, quien por ahora será el centerfielder, le darán a Guillén tres claros velocistas con quienes aplicar el juego que más le gusta, algo que no pudo hacer del todo en Chicago.
Josh Johnson, Aníbal Sánchez, Mark Buehrle y Carlos Zambrano encabezarán el staff de pitcheo, del que dependerá, en definitiva, la suerte de Guillén este año.
El segundo mayor reto del estratega será lograr, además, que el dominicano juegue con intensidad todos los días, pues en el pasado ya tuvo problemas con sus pilotos Fredi González y Edwin Rodríguez al no dar muestras de jugar al ciento por ciento de sus capacidades.
Los Marlins vienen de poner récord negativo en 2011. Cuentan con un claro cuarto bate, Mike Stanton, y dos sluggers en ascenso: Gaby Sánchez y Logan Morrison.
Ramírez, José Reyes y Emilio Bonifacio, quien por ahora será el centerfielder, le darán a Guillén tres claros velocistas con quienes aplicar el juego que más le gusta, algo que no pudo hacer del todo en Chicago.
Josh Johnson, Aníbal Sánchez, Mark Buehrle y Carlos Zambrano encabezarán el staff de pitcheo, del que dependerá, en definitiva, la suerte de Guillén este año.
Ignacio Serrano
www.elemergente.com
El estratega considera que los problemas que tuvo el “Toro” con colegas en sus días con los Cachorros de Chicago no se repetirán mientras él esté al frente de la dirección del club.
“¿Carlos va a golpear a uno de los peloteros? No”, respondió el mánager mirandino al diario SunSentinel. “Yo dirigí un equipo por ocho años y tú nunca viste ningún problema con jugadores. Si vas a hablar de tus compañeros, está preparado para una gran pelea, porque yo pelearé contigo”.
Guillén dijo no tener problema en que haya intensidad en el dugout de los peces, pues la misma está inmersa en la esencia del beisbol, pero lo que no desea es que ella extralimite los límites. “Si te molestas, está bien permitido. Los peloteros van a estar en desacuerdo en algún momento durante los 162 encuentros. Sé que Carlos es mejor que cualquiera. Yo espero que él esté molesto y lance envases de Gatorade. ¡Por favor, hazlo!, pero que no lastimes a nadie”, agregó el venezolano sobre su compatriota.
El “Toro” tuvo discusiones con el máscara Michael Barrett en 2007 y con Derek Lee en 2010, todos con el uniforme de los oseznos.
Buck sin rollo
A John Buck, catcher titular de los Marlins en la campaña de 2012, no le preocupa trabajar con Zambrano. El careta ha escuchado varias cosas sobre el criollo y espera manejar la intensidad del carabobeño cuando hagan llave.
“Por lo que sé, Zambrano es extremadamente agradable fuera del terreno, y cuando consigue estar centrado en el juego es muy intenso. Se trata de conseguir ese punto medio con él y sacarle el mayor provecho”, comentó el máscara, que podría ver renacer la carrera de Zambrano.
Rotación de lujo
Ozzie Guillén podría tener una de las mejores rotaciones de las Grandes Ligas. Si Zambrano puede dejar atrás los problemas de los últimos años y Josh Johnson se recupera de la lesión en el hombro, los Marlins completarán un staff que también tendrá a Ricky Nolasco, Aníbal Sánchez y Mark Buehrle. En 2011 sus abridores tuvieron efectividad de 4.23 (12°).
Liderendeportes.com
“Si me quieren en septiembre como me quieren ahorita, es porque estamos en el primer lugar”, declaró. A la par, desnudó su responsabilidad. “De ahora en adelante, cada vez que pierdan los Marlins, es culpa de Oswaldo Guillén”.
El criollo nacionalizado gringo elogió la forma como ensamblaron la novena.
“El dinero que gastaron, lo gastaron bien, porque hay mucha gente que gasta el dinero con nombres y no con peloteros buenos”, expuso. “Lo principal que hay que inculcarles a ellos es cómo aprender a ganar, nos están pagando para ganar la División”.
Guillén fue enfático en torno a los equipos que conforman el Este de la Liga Nacional.
“Para ser bueno, hay que ganarles a los buenos; para ser el mejor, tienes que ganarles a los mejores. La preocupación mía son los Marlins, ya tengo 25 dolores de cabeza, para qué buscarme más”, bromeó.
El parlanchín piloto hizo hincapié en la importancia del nuevo tercera base del club, el dominicano Hanley Ramírez.
“Hemos hecho un equipo alrededor de Hanley, aunque él no lo crea, no sé por qué no lo cree, hemos hecho un equipo para que él juegue mejor”.
Consideró que el jugador de cuadro se ha convertido en una especie de figura emblemática para el equipo.
“Hanley para mí es igualito que Lebron James, cada vez que pasa algo con los Heat de Miami, es culpa de Lebron”.
Emitió un llamado al compromiso. “Yo prefiero tener a un pelotero malo que quiera jugar y no tres buenos que no quieran. La actitud hay que cambiarla y eso es lo que vamos a hacer”, concluyó.
Fe depositada en el “Toro”
Guillén dijo que con Zambrano en el dugout hay factores que pronostican una pérdida de cordura. “Hay gente en Venezuela que está apostando a ver cuándo es la primera vez que Carlos y yo nos peleamos”, sentenció. “Hizo muchas cosas malas en Chicago, estaba fuera de control, estaba como falso. Pero Carlos es un gran tipo, está bien físicamente, tiene hambre. Va a demostrarle a la gente quién es Carlos Zambrano”, agregó. Se permitió criticar la nueva indumentaria de la franquicia asentada en Florida. “Son feos”, comentó. “Pero si ganamos, van a ser los mejores uniformes del beisbol’’.
Broderick Zerpa y Francisco Zambrano
Liderendeportes.com
“Son feos”, dijo Guillén. “Pero si ganamos, van a ser los mejores uniformes del béisbol”.
Los Marlins cambiaron de colores, de nombre y de estadio y además emprendieron una ola de adquisiciones que incluyeron al propio Guillén, al polémico lanzador venezolano Carlos Zambrano y a jugadores libres como el dominicano José Reyes, Mark Buehrle y Heath Bell.
La llegada de un torpedero dominicano desplazó a otro, Hanley Ramírez, a la tercera base y esto es un dilema aún no resuelto, reconoció el piloto.
“Creo que no está 100% convencido”, dijo Guillén. “Todavía no, ni espero que lo esté”.
Guillén dijo que habló una sola vez con Ramírez desde la llegada de Reyes, pero espera que acepte el cambio cuando se dé cuenta que le da a los Marlins las mejores posibilidades de éxito.
“Este es el equipo de Hanley”, dijo. “Estos muchachos que llegaron están aquí para ayudarlo a ganar el campeonato. No es divertido venir al estadio cuando pierdes y eso le pasó mucho a Hanley”.
Los Marlins terminaron últimos en la División Este de la Liga Nacional en 2011 y no llegan a los playoffs desde 2003. Este año, se espera que peleen por un boleto y generen mucha atención.
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¿Quién más? Los Peces acapararon titulares durante la temporada baja con las contrataciones de los agentes libes Heath Bell, el dominicano José Reyes y Buehrle, el canje para adquirir al volátil lanzador venezolano Carlos Zambrano y las preparaciones para mudarse a un nuevo estadio con un techo retráctil.
Ya tienen nuevos uniformes y han generado una pequeña controversia en cuanto a lo dispuesto que estará o no el también dominicano Hanley Ramírez de trasladarse del campo corto a la tercera base para crearle espacio a Reyes.
El dueño del club, Jeffrey Loria, y el presidente de la organización, David Samson, estaban tan convencidos de que Guillén sería el manager ideal que estuvieron dispuestos a recompensar a los Medias Blancas a cambio de que le permitieran a Guillén salirse del último año de su contrato.
La reputación de Guillén lo precede.
"No estoy tan loco como la gente cree", insistió. "La cosa es que digo la verdad y a veces la gente no la quiere escuchar". / MLB
www.meridiano.com.ve