14 feb 2012
“Tengo que trabajar duro en los entrenamientos primaverales, esa es la razón porque me reportaré temprano, comenzaré a practicar con los Astros y espero estar listo para el día en que empiece la temporada”, enfatizó desde el otro lado de la línea telefónica.
Altuve debutó el año pasado en las mayores, un tanto de manera inesperada. El diminuto jugador de cuadro pasó del Corpus Christi, equipo doble A de los siderales, al conjunto grande. En las menores bateó para .389, con diez jonrones y 59 carreras remolcadas.
“El año pasado solo era un prospecto de ligas menores. Esta temporada es diferente porque vengo de jugar en Grandes Ligas y ya tengo más experiencia”, sentenció.
Altuve agradó al cuerpo técnico de los texanos y en especial a su mánager Brad Mills, quien depositó toda su confianza.
El camarero no solo demostró solvencia con el madero, sino también con el guante alrededor del segundo cojín, donde cometió apenas cinco errores.
“Sé que los Astros me dieron la confianza el año pasado, pero de igual manera tengo que seguir trabajando duro para ganarme las oportunidades por parte del mánager y del equipo. Debo responder a eso”.
“Él ha sabido responder en los momentos de apremio, vino de las menores y siguió bateando como si estuviese allí”, acotó durante la zafra pasada Mills.
El maracayero debutó el pasado 20 de julio ante los Nacionales de Washington y se fue de 5-1, desde entonces no volvió a pisar un terreno en ligas menores. Es una apuesta fija para iniciar en la segunda almohadilla.
El aragüeño irá a su primera campaña completa en el big show, a demostrar que lo del año pasado no fue producto de la casualidad o la suerte.
“Las principales expectativas que tengo con respecto a esta temporada es mantenerme sano y tener buenos números en lo personal que me permitan afianzarme”, sentenció.
Como a la mayoría de los peloteros, Altuve no está interesado en alcanzar topes personales. “En lo colectivo, que es lo principal, la idea es ayudar a que el equipo vaya nuevamente a la postemporada”.
Luego de casi sesenta partidos con los texanos, Altuve culminó con promedio de .276, gracias a 61 incogibles en 221 turnos, incluyendo diez dobletes, un triple, dos jonrones y doce carreras impulsadas.
A brillar en año de sophomore
Como Altuve hay varios venezolanos que estarán en su segundo año en la mayores, peloteros a los que llaman “sophomore”. Tal es el caso de Alex Torres, quien el año pasado fue uno de los que guió a Tampa Bay a la postemporada, también está el caso de Eduardo Sánchez, cerrador ocasional de los Cardenales de San Luis y Henderson Álvarez, una agradable sorpresa en la rotación de los Azulejos de Toronto. En ese lote igualmente destacan Jesús Montero, el catcher prospecto ahora con el uniforme de los Marineros de Seattle, el también receptor Robinson Chirinos, el hábil infielder Alexi Amarista, Héctor Sánchez, quien viene de ser Novato del Año en la LVBP, Salvador Pérez y Manuel Piña, entre otros.
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