Posted by : Kevin 5 feb 2012


 Caracas quiere a Grégor Blanco, pero sabe que es "imposible"

Luis Ávila, presidente de los Leones, nos dijo esta semana que Omar Vizquel tiene las puertas abiertas del equipo desde el momento en que se retire. En la conversación habló del estado del cosas en el Caracas, de cómo marcha la evaluación de lo ocurrido y de cómo afrontará la temporada venidera. Esta es la transcripción de ese diálogo

Chad Reineke
-¿Ya recibiste los informes del cuerpo técnico? ¿Ya tienen una idea clara de qué fue lo que pasó?
-Los tengo todos desde aproximadamente el 10 de enero. Me quedan dos o tres conversaciones que quiero tener, adicionalmente a ese otro proceso. Este fue un año atípico. Es la primera vez que se me presenta este resultado y es importante escuchar mucho.

-¿Cuán presente está la figura de Omar Vizquel en el futuro inmediato de los Leones?
-Definitivamente el "factor Omar" está presente. Me reuní con él cuando estuvo acá, pero su designación como parte del cuerpo técnico del equipo no es tan automática como mucha gente podria pensar. Es algo que debemos decidir las dos partes. Hay que esperar. No quiero poner en duda su capacidad para hacer el equipo en Toronto, así que lo primero es darle el tiempo suficiente para que se dé la posibilidad de que juegue un año mas en las grandes ligas. Para él, esa es la prioridad y lo dejó claro en la conversación que tuvimos.

-Pero en caso de que se retire, que algún día pasará, ¿de inmediato podría ser el manager del equipo?
-Las puertas del caracas están necesariamente abiertas para él. Él conoce esto y está al tanto. Aunque no es una decisión automática, insisto. Debemos esperar a que llegue ese momento para sentarnos, considerarlo de forma mutua y tomar una decisión.

-¿Qué pasa si no hace el equipo con los Azulejos?
-Si no hace el equipo, las puertas del Caracas están abiertas para él.

-¿Tienen una fecha tope para decidir el tema del manager?
-No queremos pasar de abril. De hecho, en abril quisiéramos tener ya a todo el cuerpo técnico. Tener eso listo te ayuda de varias maneras: en la búsqueda de importados, en el seguimiento a los jugadores criollos, en los contactos con las diferentes organizaciones de grandes ligas. Te ofrece una serie de ventajas. Mientras más pronto culmine el proceso, mejor.

-¿La lista de candidatos será larga esta vez? ¿Rick Sweet sigue estando incluido?
-No creo que haya mucha gente en esa lista esta vez. Y Sweet es una opción, lo he dicho antes y lo repito. No estoy descontento con su trabajo. Le tocó dirigir en circunstancias muy adversas y terminó con un récord de 16-18, que en esas circunstancias adversas no es malo.

-¿Cuál es la opción real de Sweet?
-Hemos tenido demasiada falta de continuidad en esa posición. No es una decisión definitiva, pero es hora de aprovechar la experiencia de un manager.

-¿Frank Kremblas estará en esa lista? ¿Y Dave Hudgens?
-Kremblas, no creo. Hudgens es coach de grandes ligas y eso genera problemas de tiempo. No solamente debe estar con su equipo allá hasta principios de octubre, sino que, además, debe cumplir con compromisos durante el receso entre temporadas. Vamos a ver. El año pasado, desde el punto de vista teórico, Tim Teufel era el candidato ideal. Entrevisté a 12 personas esa vez, antes de contratarlo, y 16 cuando Kremblas. Ahora no quiero que sean tantos.

-¿Qué se puede rescatar de una mala temporada, como esta que pasó? 
-La necesidad nos obligó a exponer a algunos jugadores que posiblemente necesitaban un poco más de tiempo para estar en el lineup diario del equipo. Pero para más de un jugador, ya está pasada esa primera prueba y quedó claro que tienen las cualidades para ser parte del plantel. Entre las conclusiones necesarias, habrá cambios en lo relacionado al adiestramiento físico. Allí hay que cambiar a todo el mundo, al trainer, al masajista, a todo el mundo. Tengo que asumir que la preparación física no fue la adecuada, por la cantidad de lesiones musculares que sufrimos. Un trainer no tienen que ver con lesiones por bolazos, pero cuando la gama de lesiones musculares pasa de 20 en una temporada, está claro que algo no funcionó.

-¿Y en el equipo de coaches?
-Vamos a tener un cuerpo técnico diferente, no quedé satisfecho con la labor de varios.

-¿Ocurrió algo en la campaña anterior que te haya llevado a un aprendizaje, digo un aprendizaje gerencial, a saber que algo que se aplicó entonces fue un error y no debería repetirse?
-Una de las cosas que más pesaron fue la baja calidad de los importados de posición. Eso reitera que el papel no garantiza el éxito, lo cual es algo que ya uno presumía. Este año eso se vio marcadamente.

-Pero eso es una lotería. ¿Cuál es la fórmula para traer importados que estén bien en el papel y garanticen buen rendimiento aquí?
-Hay ideas al respecto. Por ejemplo, este año voy a mandar a un scout para que se encargue de seguir a cada uno de los jugadores tengamos en mente contratar. Un scout nuestro, de Leones.

-Sé que los importados que vienen de principio a fin son una especie de extinción. Pero no todos los equipos dividieron su importación en dos avanzadas. Las Águilas y los Tigres, por ejemplo, trajeron un grupo de importados y fueron sustituyendo a algunos por cuentagotas, durante la eliminatoria.
-Es una experiencia que hay que asimilar. Depende mucho de las condiciones de contratación.

-Pero ahí hubo un problema. A mitad de calendario tuvieron que empezar de cero con una nueva rotación.
-Es que eso depende de tus prioridades. Después de haberlo pensado bastante, queríamos tener a (Dylan) Owen, a (Michael) Friers, a (Chad) Reineke como base de nuestra rotación. Estábamos buscando compensar el hecho de que buena parte de nuestros lanzadores venezolanos estelares, que podían ser abridores, estaban sometidos a limitaciones. Queríamos traer un tipo de jugador que pudiera compensar y ayudar con esas carencias en la primera mitad. Pero cuando llegas al importado que quieres y él te dice: "Voy a Venezuela, pero por seis semanas", o lo aceptas o buscas a otro, a riesgo de que sea un Heath Totten, alguien con esas características. ¿Ese es el pelotero que quisieras? La respuesta es no. Trabajar con una avanzada primero y otra después no es fácil de manejar a priori, tienes experiencias negativas y otras positivas que te ayudan a tomar la decisión. El año en que vinieron (Josh) Thole y (John) Jay, que son los peloteros ideales que siempre quisiera contratar, eso funcionó. Y esta vez el pitcheo importado estuvo muy bien. Pero hasta el Día de Acción de Gracias, a finales de noviembre.

-El pitcheo no fue la razón por la que quedaron eliminados, eso está claro.
-Aunque se cayó al final. Estuvimos primero o segundo en efectividad colectiva hasta noviembre, pero en diciembre nos caímos. El mayor problema es que de 23 juegos por una carrera, ganamos sólo 9 y perdimos 14. Y ya se sabe que un juego que se gana o se pierde por una carrera, se gana o se pierde por cualquier cosa, a veces hasta por algo imprevisto.

¿Volverán a incursionar en el mercado de cambios?
-Hemos tenido una política agresiva en cuanto a los cambios. Considero favorables la mayoría de los cambios que hemos hecho, aunque ha habido otros que no lo fueron. Eso es lo normal. Cuando haces un cambio, las dos partes piensan en salir ganando, nadie piensa en perjudicarse. Sin embargo, hay hechos dentro del beisbol que tienen que quedar dentro las cuatro paredes de la gerencia. Nuestras carencias están bastante a la vista, pero no es fácil cubrirlas. Por ejemplo, tengo cuatro o cinco años persiguiendo a Grégor (Blanco), eso lo sabe todo el mundo. Nunca fue posible conseguirlo y ahora se ha convertido en algo totalmente imposible.

¿Tiene la base del equipo lo necesario para un rebote? ¿Qué le garantiza a los aficionados que, como pasó en la 2007-2008, se puede pasar de quedar eliminados a jugar una final?  
-Es difícil que se repita una suma de adversidades como las que tuvimos este año. En definitiva, hubo cosas que no estuvieron bien hechas y hay cosas que rectificar, que hacer de otra forma. Pero creo que tenemos el material para continuar con un equipo ganador. Esto que pasó no estaba en la cabeza de nadie. Sin embargo, el atractivo del beisbol es que es su carácter impredecible y a menudo aleatorio. Así como pasamos por una sumatoria de cosas malas, ¿por qué no podemos tener una sumatoria de cosas buenas? Este año ocurrieron demasiadas situaciones negativas que significaron un fracaso. Todavía tengo récord de 183-133 al frente del equipo, lo cual es muy aceptable. Lo que no es aceptable es que el Caracas no esté en semifinal. Es un fracaso mío. No es aceptable para mí ni para el dueño, para los fanáticos ni para la institución. Para nadie. A mucha gente le va a molestar que diga esto, pero no somos cualquier equipo. Por eso es inaceptable haber sido eliminados.

-Entiendo que no estás apostando a un golpe de suerte, pero apostar a que ahora vendrá una suma de cosas positivas, en contraste con lo ocurrido, puede sonar así. ¿Qué le dices a los aficionados que lo piensen, al leer esas palabras? ¿Qué garantía les das de que la situación se puede revertir?
-Lo que estamos haciendo: conseguir una importación que rinda, piezas que complementen al equipo actual, esperar que se consolide el desarrollo de jugadores que apuntaron en esta oportunidad, y que no reciban restricciones. Es difícil panificar un equipo para que tenga velocidad, contacto y agresividad, y que pierdas a uno de esos jugadores al tercer día del campeonato y el otro tenga que jugar la Serie Mundial y no venga sino mes y medio después de lo pautado. Y que un catcher de grandes ligas, que se supone que va a ser titular, que lleva años esperando la oportunidad de serlo, prácticamente no juegue. Tengo cuatro receptores y uno de ellos puede ser nuestro Héctor Sánchez, pero ninguno lo fue.

-La baja de Jesús Sucre, en ese sentido, fue capital.
-Sucre estaba rindiendo y se fractura por un pelotazo. Esas son cosas imposibles de planificar. Hay fanáticos que dicen: "Entonces, ¿por qué cambiaron a (Carlos) Maldonado. Y resulta que si no lo cambiamos, no hubiéramos contado con (Wladimir) Sutil. Sin Sutil, ¿a dónde hubiéramos llegado? Teniendo a Maldonado no hubiéramos tenido a Sutil, en una temporada en la que Gregorio Petit bateó .180 y jugó lesionado media temporada; en la que Marwin (González), tuvo que viajar un tiempo a Estados Unidos; en la que Carlos Rivero pagó el aprendizaje de estar en su primera temporada; en la que Daniel Mayora, tu mejor impulsador, alguien en quien nadie creía, se lesiona en la tercera semana y pierde prácticamente el resto de la temporada. Afortunadamente estaba ese señor, Wladimir Sutil. El mundo no es perfecto. Pero no estoy confiando en que la Providencia. Vamos a hacer el trabajo para clasificar.

Fuente: SERRANO, IGNACIO / www.elemergente.com 

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