Leones El novato hace su estreno oficial como abridor a tiempo completo. El sucrense tenía cinco aperturas en sus dos torneos, pero esta semana entró ya formalmente a la rotación

Víctor Lárez ya sabe lo que le espera hoy, en Barquisimeto, cuando suba al montículo para hacer el primer pitcheo de su equipo, en la parte baja del primer inning. Después de todo, sus primeras cinco apariciones en el beisbol profesional venezolano ocurrieron como abridor.

El detalle está en que Lárez, aunque se halla en su segunda campaña con los Leones y ya tiene siete inicios en su carrera, había cumplido ese rol esta temporada al surgir alguna emergencia, pues su principal lugar en el staff de los melenudos había estado en el bullpen.

Eso cambió esta semana, cuando el manager Rick Sweet bendijo esta apertura del derecho como la primera de muchas, al descartar que el novato esté a prueba y asegurar, sin cortapisas: “Lárez es el cuarto abridor”.



“La verdad es que me estoy enterando de que eso es así”, señaló con sinceridad el nativo de San Antonio del Golfo, localidad ubicada a poco más de media hora de Cumaná, de donde le creen nativo en la mayor parte de los archivos de beisbol.

El joven de 24 años de edad no soltó fuegos de artificio ni se encogió de hombros, al saber la noticia. Con la filosofía propia de alguien con mayor experiencia, indicó: “Yo estoy aquí para hacer mi trabajo, que es pitchear. Si me dan la pelota para hacerlo en ese rol, con mucho gusto”.

La primera pasantía de Lárez desde el inicio de los juegos ocurrió cuando el entonces manager Dave Hudgens intentaba dar estabilidad a su cuerpo de monticulistas. Él y Luis Sanz tuvieron su bautismo bajo la metralla, con resultado impar, dejando 6.41 de efectividad.

“Abrir y relevar son dos cosas distintas, pero todo depende de que uno pueda mentalizarse”, señaló el oriental.



Lárez viene de terminar en clase A avanzada, con la sucursal de Detroit. En dos categorías, ya que comenzó en A media, dejó 4.55 de efectividad y una relación de 3,35 ponches por cada base por bolas. No es un ponchador, sin embargo.

“Este año he aprendido a pitchear”, aseveró. “He aprendido que cada envío tiene un objetivo. Lo que más trato de hacer allá afuera, es ahorrar mis lanzamientos. No soy un pitcher que dependa de la velocidad”.

Lárez, sin embargo, ha mejorado su tasa de abanicados. En la 2010-2011 tuvo 5,95 guillotinados por cada nueve entradas y en la 2011-2012 ha mejorado a 7,36 en ese departamento.

No ve el duelo contra los Cardenales “como un reto”, porque no quiere ponerse presión, y espera, ahora que sabe que tiene un puesto en la rotación, que pronto le toque iniciar un partido en Puerto La Cruz.

“San Antonio del Golfo queda como a hora y media de Puerto La Cruz”, explicó Lárez, seguro de que ese día habrá muchos familiares y amigos que le querrán ver.

Víctor Lárez mantiene el estatus de novato por un tercio de inning, únicamente. Hace un año tiró 19.2 entradas. Fue su primera incursión en el circuito

Fuente: IGNACIO SERRANO - EL NACIONAL